domingo, 13 de noviembre de 2022

Lo sé

Todos se fueron a dormir y nos quedamos solos a tomar una copa tranquilamente. El día había sido largo y todos estábamos cansados, pero la idea de tomarnos una copa solos y charlar un rato tranquilamente me pareció la mejor idea del mundo, de hecho se me ocurrió a mí, te lo propuse y rápido aceptaste sin ningún reparo. Sin ruidos, sin niños, sin prisas ni relojes, sólo tú y yo y dos gin tonic exquisitos, no existía un plan mejor. 
Hablamos de banalidades, de nuestras cosas en común, de los amigos..., de todo un poco, hasta que salió un tema complicado para mí y del que nunca habíamos hablado porque yo nunca lo había comentado con nadie, pero en esos momentos me apeteció compartirlo contigo, eres mi amigo, puedo contarte todo. Es un tema delicado. Tú estabas sentado a mí izquierda, en la punta de la mesa, y en un momento dado pusiste tu mano encima de la mía y mirándome fijamente a los ojos dijiste: sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites. Pero yo no podía articular palabra, me quedé mudo sintiendo el calor de tú mano y me perdí en el mar de tus ojos, hasta que por fin  puse mi otra mano encima de la tuya y con mi más absoluta entrega dije: lo sé. Y nuestras miradas dijeron el resto. 
En aquel momento, hubiera dado lo que fuera por besarte, cualquier cosa. Pero tú rompiste la magia diciendo: vámonos a dormir que es tarde y hay que descansar. Me diste un abrazo y un beso en la mejilla con sinceridad y verdad y dijiste: siempre estaré aquí. Yo secundé ese abrazo, y mi corazón, por unos instantes, pudo estar al lado del tuyo, y volví a decir: LO SÉ.

La Duda

       A veces, aparentemente, nos complicamos la existencia y la vida sin tener un porqué, cortando de un plumazo la tranquilidad y la ruti...