Otra vez he bajado al inframundo a visitar a mi amiga autoestima , llevaba tiempo sin verla y ya me echaba de menos. A veces el trabajo y el esfuerzo no son suficientes para llegar a conseguir tus propósitos, y es entonces cuando poco a poco te va cayendo tierra encima hasta enterrarte y y no poder asomar ni un dedo y agarrarte a la luz, y tú amiga tira de ti hacia abajo y te dejas arrastrar porque ella es persuasiva y tenaz.
Otra persona se apodera de mi, me nubla, me anula, me mata, no quiero que este otro esté ocupando mi lugar y usurpando mi mente, pero se acomoda y no quiere marcharse. Maquillaje y a la calle, pero ahora ni así, el maquillaje se cuartea y se borra, la sonrisa se desdibuja y el semblante es de duelo. Hay un muerto y soy yo.
Se que pasará, y volveré a olvidar a mi amiga de nuevo, pero ella es de las amigas de verdad, de las de toda la vida, de las que están ahí siempre. Aunque no las necesites.
Envidia, rabia, desilusión, ira, abatimiento..., preciosos todos los sentimientos, ¡malditos sean! La ilusión es débil frente a ellos y la esperanza es sólo una conocida a la que no le gusta hacer amistades conmigo. Debilidad absoluta.
Vuelven a estar presentes las gotas de lluvia, la humedad y el ahogamiento.
Pero pronto saldrá el sol, secará los humedales y volverán a salir las flores, sólo espero que no tarden en florecer.