martes, 2 de noviembre de 2010

No vuelvo al gimnasio!


He decidido que no vuelvo al gimnasio. O quitan los espejos de allí o yo no vuelvo!! No ya por mirarte sino porque a la vez que tu te ves también ves a todos los supercachas que están a tu lado con unos bíceps que parecen sacados de un manual de muscurología!! Y tu ahí con tus pesas de dos kilos y medio en cada mano, sudando la gota gorda y aguantando la respiración a la vez que intentas levantar las repeticiones que te han dicho, mientras que los demás están con las pesas de más de 20 kilos levantándolas como si fueran pelotas de pim-pom!! Y piensas, estos se están riendo de mi! pero luego piensas tu: claro que ellos no creo que entrasen ya con ese cuerpo! Y se te hace más llevadero, hasta que vuelves a levantar la vista y los ves de nuevo. Dios mio no quiero volver a mirar!! Luego toca hacer abdominales, y cada vez que te encojes se te marcan los michelines como si fueras una marca de neumáticos, y notas que aquello se pone duro, muy duro ( los músculos del abdomen digo) pero no ves los resultado por ningún lado, y te dice la monitora: tranquilo hombre! esto se lleva con paciencia! y te lo dice ella que se tira el día entero allí sin parar de hacer máquinas y con más de 7 años de rutina. Y en ese momento te imaginas cuando pasen siete años y tengas un cuerpazo como el título de la canción de Raphael! Entonces eso te da ánimos, y empieza a sonarte Raphael en la cabeza: escandalo! es un escándalo!...
Llega el ultimo ejercicio y la última repetición y piensas: joder que bien que ya me voy! y la haces con más ganas que la primera! Ahora una duchita y a casa. Esa es otra, la ducha; otra vez a ver los maniquíes del manual mientras que tu parece que llevas puesto un pequeño flotador en la cintura porque te da miedo el agua! Y piensas no me vuelvo a duchar más aquí! Algún día tendré yo ese cuerpo y andaré desnudo como Adán por todas partes!!!

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